BURDEOS, Francia (AFP) - Una botella lanzada al mar en mayo de 2002 por un abuelo estadounidense durante una travesía en el Atlántico, ha sido encontrada hace unas semanas por otro abuelo en una playa de Fouras, en Charente-Maritime (Francia) tras 1.742 días a la deriva.
La historia, contada a finales de marzo por el diario estadounidense Washington Post, ha sido confirmada a AFP por Guy Martin, un jubilado de la región parisina que encontró la botella a inicios de abril en su segunda residencia, en Fouras, a 30 kilómetros al sur de La Rochelle (suroeste).
"El 20 de febrero, me paseaba con mis nietos por la playa cuando vi una botella de plástico. En el interior descubrí una caja con 'Please open' ('por favor, abran') escrito encima, todo en inglés", explica el sexagenario.
Este abuelo y sus nietos, Guillaume, de 7 años y Adrien, de 5 años, descubrieron así la dirección de un tal Nolan, de Fairfax, una localidad del Estado de Virginia, en Estados Unidos, y le enviaron una carta postal. La respuesta llegó firmada por Thomas Garnett: Nolan, de 9 años, es su nieto.
El abuelo estadounidense había lanzado la botella el 15 de mayo de 2002 durante una travesía del Atlántico a bordo del barco Queen Elizabeth II. Según sus cálculos, la botella cubrió 2.066 millas marinas (casi 3.826 kilómetros) en 1.742 días.
"Lo que es interesante", considera Guy Martin, "es que somos abuelos de nietos con edades parecidas. Para ellos, es maravilloso. ¿Podrán tener la oportunidad de encontrarse un día?".
La historia, contada a finales de marzo por el diario estadounidense Washington Post, ha sido confirmada a AFP por Guy Martin, un jubilado de la región parisina que encontró la botella a inicios de abril en su segunda residencia, en Fouras, a 30 kilómetros al sur de La Rochelle (suroeste).
"El 20 de febrero, me paseaba con mis nietos por la playa cuando vi una botella de plástico. En el interior descubrí una caja con 'Please open' ('por favor, abran') escrito encima, todo en inglés", explica el sexagenario.
Este abuelo y sus nietos, Guillaume, de 7 años y Adrien, de 5 años, descubrieron así la dirección de un tal Nolan, de Fairfax, una localidad del Estado de Virginia, en Estados Unidos, y le enviaron una carta postal. La respuesta llegó firmada por Thomas Garnett: Nolan, de 9 años, es su nieto.
El abuelo estadounidense había lanzado la botella el 15 de mayo de 2002 durante una travesía del Atlántico a bordo del barco Queen Elizabeth II. Según sus cálculos, la botella cubrió 2.066 millas marinas (casi 3.826 kilómetros) en 1.742 días.
"Lo que es interesante", considera Guy Martin, "es que somos abuelos de nietos con edades parecidas. Para ellos, es maravilloso. ¿Podrán tener la oportunidad de encontrarse un día?".
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